September 13, 2020
Fifteenth Sunday After Pentecost – Decimoquinto domingo después de Pentecostés
Cuando José escuchó estas palabras, se echó a llorar. 18 Luego sus hermanos se presentaron ante José, se inclinaron delante de él y le dijeron:
—Aquí nos tienes; somos tus esclavos.
19 —No tengan miedo —les contestó José—. ¿Puedo acaso tomar el lugar de Dios? 20 Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente. 21 Así que, ¡no tengan miedo! Yo cuidaré de ustedes y de sus hijos.
Y así, con el corazón en la mano, José los reconfortó.
and all that is within me, bless God’s holy name.
2Bless the Lord, O my soul,
and forget not all God’s benefits—
3who forgives all your sins
and heals all your diseases;
4who redeems your life from the grave
and crowns you with steadfast love and mercy;
5who satisfies your desires with good things
so that your youth is renewed like an eagle’s.
6O Lord, you provide vindication
and justice for all who are oppressed.
7You made known your ways to Moses
and your works to the children of Israel.
8Lord, you are full of compassion and mercy,
slow to anger and abounding insteadfast love;
9you will not always accuse us,
nor will you keep your anger forever.
10You have not dealt with us according to our sins,
nor repaid us according to our iniquities.
11For as the heavens are high above the earth,
so great is your steadfast love for those who fear you.
12As far as the east is from the west,
so far have you removed our transgressions from us.
13As a father has compassion for his children,
so you have compassion for those who fear you, O Lord.
1Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre.
2 Alaba, alma mía, al Señor,
y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 Él perdona todos tus pecados
y sana todas tus dolencias;
4 él rescata tu vida del sepulcro
y te cubre de amor y compasión;
5 él colma de bienes tu vida
y te rejuvenece como a las águilas.
6 El Señor hace justicia
y defiende a todos los oprimidos.
7 Dio a conocer sus caminos a Moisés;
reveló sus obras al pueblo de Israel.
8 El Señor es clemente y compasivo,
lento para la ira y grande en amor.
9 No sostiene para siempre su querella
ni guarda rencor eternamente.
10 No nos trata conforme a nuestros pecados
ni nos paga según nuestras maldades.
11 Tan grande es su amor por los que le temen
como alto es el cielo sobre la tierra.
12 Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones
como lejos del oriente está el occidente.
13 Tan compasivo es el Señor con los que le temen
como lo es un padre con sus hijos.
5Some judge one day to be better than another, while others judge all days to be alike. Let all be fully convinced in their own minds. 6Those who observe the day, observe it in honor of the Lord. Also those who eat, eat in honor of the Lord, since they give thanks to God; while those who abstain, abstain in honor of the Lord and give thanks to God.
7We do not live to ourselves, and we do not die to ourselves. 8If we live, we live to the Lord, and if we die, we die to the Lord; so then, whether we live or whether we die, we are the Lord’s. 9For to this end Christ died and lived again, so that he might be Lord of both the dead and the living.
10Why do you pass judgment on your brother or sister? Or you, why do you despise your brother or sister? For we will all stand before the judgment seat of God. 11For it is written,
“As I live, says the Lord, every knee shall bow to me,
and every tongue shall give praise to God.”
12So then, each of us will be accountable to God.
Reciban al que es débil en la fe, pero no para entrar en discusiones. 2 A algunos su fe les permite comer de todo, pero hay quienes son débiles en la fe, y solo comen verduras. 3 El que come de todo no debe menospreciar al que no come ciertas cosas, y el que no come de todo no debe condenar al que lo hace, pues Dios lo ha aceptado. 4 ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro? Que se mantenga en pie, o que caiga, es asunto de su propio señor. Y se mantendrá en pie, porque el Señor tiene poder para sostenerlo.
5 Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones. 6 El que le da importancia especial a cierto día, lo hace para el Señor. El que come de todo, come para el Señor, y lo demuestra dándole gracias a Dios; y el que no come, para el Señor se abstiene, y también da gracias a Dios. 7 Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni tampoco muere para sí. 8 Si vivimos, para el Señor vivimos; y, si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. 9 Para esto mismo murió Cristo y volvió a vivir, para ser Señor tanto de los que han muerto como de los que aún viven. 10 Tú, entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú, ¿por qué lo menosprecias? ¡Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios! 11 Está escrito:
«Tan cierto como que yo vivo —dice el Señor—,
ante mí se doblará toda rodilla
y toda lengua confesará a Dios».
12 Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas de sí a Dios.
23“For this reason the kingdom of heaven may be compared to a king who wished to settle accounts with his slaves. 24When he began the reckoning, one who owed him ten thousand talents was brought to him; 25and, as he could not pay, his lord ordered him to be sold, together with his wife and children and all his possessions, and payment to be made. 26So the slave fell on his knees before him, saying, ‘Have patience with me, and I will pay you everything.’ 27And out of pity for him, the lord of that slave released him and forgave him the debt. 28But that same slave, as he went out, came upon one of his fellow slaves who owed him a hundred denarii; and seizing him by the throat, he said, ‘Pay what you owe.’ 29Then his fellow slave fell down and pleaded with him, ‘Have patience with me, and I will pay you.’ 30But he refused; then he went and threw him into prison until he would pay the debt. 31When his fellow slaves saw what had happened, they were greatly distressed, and they went and reported to their lord all that had taken place. 32Then his lord summoned him and said to him, ‘You wicked slave! I forgave you all that debt because you pleaded with me. 33Should you not have had mercy on your fellow slave, as I had mercy on you?’ 34And in anger his lord handed him over to be tortured until he would pay his entire debt. 35So my heavenly Father will also do to every one of you, if you do not forgive your brother or sister from your heart.”
—Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar a mi hermano que peca contra mí? ¿Hasta siete veces?
22 —No te digo que hasta siete veces, sino hasta setenta y siete veces —le contestó Jesús—.
23 »Por eso el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos. 24 Al comenzar a hacerlo, se le presentó uno que le debía miles y miles de monedas de oro. 25 Como él no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él, a su esposa y a sus hijos, y todo lo que tenía, para así saldar la deuda. 26 El siervo se postró delante de él. “Tenga paciencia conmigo —le rogó—, y se lo pagaré todo”. 27 El señor se compadeció de su siervo, le perdonó la deuda y lo dejó en libertad.
28 »Al salir, aquel siervo se encontró con uno de sus compañeros que le debía cien monedas de plata.[c] Lo agarró por el cuello y comenzó a estrangularlo. “¡Págame lo que me debes!”, le exigió. 29 Su compañero se postró delante de él. “Ten paciencia conmigo —le rogó—, y te lo pagaré”. 30 Pero él se negó. Más bien fue y lo hizo meter en la cárcel hasta que pagara la deuda. 31 Cuando los demás siervos vieron lo ocurrido, se entristecieron mucho y fueron a contarle a su señor todo lo que había sucedido. 32 Entonces el señor mandó llamar al siervo. “¡Siervo malvado! —le increpó—. Te perdoné toda aquella deuda porque me lo suplicaste. 33 ¿No debías tú también haberte compadecido de tu compañero, así como yo me compadecí de ti?” 34 Y, enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.
35 »Así también mi Padre celestial los tratará a ustedes, a menos que cada uno perdone de corazón a su hermano».
Categories: Scripture of the Week